Palabras a bordo

La lectura es esencial, enriquece el discurso, embellece
y potencia la fluidez y motiva la producción de nuevos textos.

Busco la palabra para definir este espacio, donde la belleza y la perpetuidad de la escritura es un legado y una meta, en un pacto mágico y terrenal para que no muera la memoria, para dar vida a la decisión de contar, de compartir, de elevarnos más allá de nuestra condición humana, escarbando en el tiempo, en nuestras raíces, en nuestra imaginación, en lo que creyeron o pensaron otros…, para ser partes y protagonistas de la historia. Entonces, busco y busco la palabra… y la encuentro: intercambio.

La sinergia que se establece dentro del Taller Literario va más allá de enseñar a escribir literatura, -trabajo que se desarrolla con análisis y selección de lecturas, corrección de textos, exposición de trabajos, críticas grupales y coordinación teórica y práctica del guía, que opina, aconseja y enseña-; es el lugar donde se acompañan los procesos creativos individuales, promoviendo la participación y el compromiso.

El director del Taller, entonces, se transforma; no sólo debe compartir conocimientos o experiencia, recomendar libros o alentar, es el responsable de transmitir “pasión”; la pasión que originará la superación de la realidad, e impulsará la imaginación más allá de los conocimientos previos, a través de consignas y ejercicios diseñados para ello. Esa pasión, a la vez, revalorizará el trabajo intensivo de los textos, la expresión auténtica de las emociones, el grito social tantas veces dormido, la necesidad de matar el miedo a “decir”, la oportunidad útil de la palabra escrita, la toma de conciencia, el riesgo, la búsqueda de la perfección, donde se deja el cuerpo y el alma; en definitiva, será el motor de lo exquisito…el arte.

Propongo, entonces, que la gran palabra “intercambio” sea nuestro norte, y en la cotidianeidad, podamos encontrar estos espacios, llamados “Talleres Literarios” para re significar la expansión de nuestra esencia, de nuestra ideología, de nuestros valores, de nuestros juegos de infancia, de nuestros testimonios, de nuestros orígenes…

Rescatemos el intercambio, como sociedad lo necesitamos, fundemos nuevas palabras, aprendamos a expresar los nombres olvidados de nuestros valores más altos, aprendamos a reírnos más, a latir más junto al otro… aprendamos, en los Talleres, a escribir, escribiendo.

Momentos Inolvidables